top of page
Search
  • Lydia

Confía en el Señor







¿Como fue tu experiencia durante la pandemia del coronavirus? La mía fue relativamente fácil. Mis hermanas y yo no salimos de la casa por ocho meses, pero no viví en miedo constante o aburrimiento interminable, y nadie relacionado muy cercamente con mi familia murió de Covid. Tuvimos un ingreso stable, entonces siempre tuvimos suficiente. Habían dificultades y cambios, pero Dios proveyó y nos hizo salir de ese tiempo con considerablemente menos dolor y preocupación que algunas personas.

Pero recientemente, escuché una historia diferente de Covid. Como el gobierno aquí en Perú puso a todos en cuarentena completa, la mayoría de personas tenían que depender de sus ahorros para necesidades como comida, alquiler y electricidad. Eso fue un problema para una peluquera en mi iglesia: ella no tuvo ingresos porque las personas no podían ir a su salón ni tuvo una manera de saber si la pandemia terminaría antes de que su dinero se acabara.

¿Entonces, qué hizo ella? ¡Con tanta presión, seguro que no se quedó en la casa, preocupándose de que sus ahorros se acabarían, dejándola sin dinero!

No. No hizo eso.

Se quedó en la casa no preocupándose de que sus ahorros se acabarían, dejándola sin dinero.

Ella reconoció que no tuvo control sobre su situación, pero que estuvo en las manos de él que sí lo tuvo. Y él proveyó para ella. No sé como lo hizo, y no sé sí ella misma lo sabe, pero Dios lo hizo.


~*~


El salmo 139 nos muestra la omnisciencia de Dios. Él sabe todo – pasado, presente y futuro. Versículo 4 dice, “No me llega aún la palabra a la lengua cuando tú, SEÑOR, ya la sabes toda.” Él sabe lo que vendrá en nuestras vidas y nos prepara para enfrentar a cada circunstancia. Pero él no hace el trabajo de prepararnos para algo para solo dejarnos después, asegurándonos de que lo resolveremos; nos ayuda durante nuestras situaciones. Él sabe nuestras necesidades – lo que realmente necesitamos, no lo que pensamos que nos falta – y provee.

Muchísimas veces, decidimos inconscientemente que Dios no puede cuidarse de algo, creyendo sin razón que el acto de preocuparnos nos ayuda en alguna manera. Pero versículo 23 dice que podemos contarle a Dios nuestras pensamientos (y preocupaciones). Y cuando hacemos eso, como dice Filipenses 4:6-7, experimentamos su cuidado y paz. Aprendemos a confiar en él. He considerado por mucho tiempo lo que significa confiar en Dios, el proceso de cómo hacerlo. Todavía no se como responder a esas preguntas. Solo que, con tiempo, mientras vamos buscando a Dios y deseando confiar el él, lo hacemos mejor. La confianza es una de esas cosas milagrosas que no podemos entender o experimentar completamente aparte de Dios. Para confiar, irónicamente, necesitamos confiar. Necesitamos confiar en que aunque no entendemos nuestra situación ni tenemos control de ella, Dios es soberano y nos ama.

Ora que Dios abre tu corazón para aprender a tener la confianza que él desea que tengas. Ora que cuando vienen dificultades, pondrás tu esperanza en él y simplemente le obedecerás, sabiendo que él hará lo correcto. Si conoces a alguien que está experimentando una dificultad ahora, ora que él también encuentre esa confianza – y el descanso que la acompaña.




231 views0 comments

Recent Posts

See All
bottom of page